Las lesiones en el fútbol son muy comunes. Es un deporte de contacto donde la lucha por el balón puede ocasiones dolencias. La práctica habitual y sobre todo en la élite puede ocasiones muchísimas lesiones musculares. Aunque todos los jugadores temen varias en concreto que pueden acabar con su trayectoria deportiva.
En este artículo repasamos cuáles son las lesiones más graves en el fútbol. Tanto las óseas, con roturas o torceduras importantes; como musculares. También aquellas que afectan ligamentos o tendones.
Peores lesiones de hueso
Las lesiones óseas son unas de las menos comunes en el fútbol. Casi siempre que se produce una lesión en el hueso se lleva a cabo por la lucha contra el rival. Difícilmente puedes lesionarte de un hueso sin un pisotón, una entrada a destiempo o una caída. Aunque los choques con el palo o con las vallas publicitarias pueden provocarlo.
Aunque no sean las más comunes en el fútbol las lesiones de hueso son importantes. Muchas de ellas requieren de varias semanas de tratamiento. Estas son las peores lesiones óseas en el mundo del fútbol.
Fractura de tibia y peroné
No es común ver una fractura de tibia y peroné en el mundo del fútbol. Suele producirse en otros deportes más peligrosos como el motociclismo o en deportes con muchos saltos como el baloncesto. Eso sí, existen casos recientes. André Gomes en el Everton tras una entrada de Son es la más sonada de los últimos años.
Se trata de una rotura ósea muy aparatosa. El tobillo se suele ver descolgado del resto de la pierna. Pese a ser una lesión muy desagradable y dolorosa los jugadores suelen recuperarse en seis o siete meses. En cuanto se recupera la fuerza y la movilidad los futbolistas pueden adecuarse al nivel de juego anterior.
Rotura de metatarsianos
Los metatarsianos son los huesos que se encuentran en la zona intermedia del pie. Son los encargados de dar la fuerza a los disparos. Las roturas de estos huesos se suelen producir por entradas y grandes pisotones. Se trata de una de las peores lesiones óseas para el futbolista por su importancia en el juego.
Los médicos deportivos recomiendan una recuperación completa y sin prisas cuando se fractura un metatarsiano. Golpear con dolor o volver antes de tiempo puede provocar incluso malformaciones en el pie. Y en un deporte donde se golpea la pelota con el pie no es lo más indicado.
Peores lesiones musculares en el fútbol
Las lesiones musculares en el fútbol son la “epidemia silenciosa”. Muchísimos jugadores de fútbol sufren alguna dolencia de este tipo en cada temporada. Sin importar edad, categoría, rival o continuidad en los entrenamientos. Pueden producirse por muchos motivos: esfuerzos repentinos como un sprint, elongaciones, movimientos erróneos del cuerpo y mucho más.
Rotura en los isquiotibiales
Los isquiotibiales se encuentran en la parte trasera del muslo, por debajo de la nalga. Muchísimos jugadores han sentido molestias alguna vez en esta parte. Se trata de una de las peores lesiones musculares al tener que pasar varios meses para sanar la zona. Incluso en los jugadores más preparados.
Dependerá de los centímetros de rotura y de las fibras afectadas. Un plazo estimado será entre dos y tres meses. Una duración larga para la media de tiempo de cura de las lesiones musculares en el fútbol.
Fascitis plantar
La fascitis plantar es una lesión muscular muy molesta y muy difícil de recuperar por completo. La planta del pie se inflama y resulta molesto y doloroso. Aun así, los futbolistas de élite suelen jugar con dolor para no perderse varios meses de competición. Para esta dolencia simplemente se necesita descanso y corregir la forma de las pisadas.
La fascitis plantar es una lesión complicada en el mundo del fútbol. Se debe a que los jugadores se sienten curados una vez realizan un tiempo de descanso. Su ímpetu y ganas de volver a competir les hace retornar antes de tiempo. Así, sienten molestias de nuevo y se ven obligados a parar. Un bucle continuo y molesto.
Peores lesiones en el fútbol
Las peores lesiones en el fútbol no son ni óseas ni musculares. Son las que afectan a ligamentos y tendones. Son temidas por su dolor, por tener que intervenirse en una operación, por sus largas rehabilitaciones. Aunque el mayor temor de los jugadores al sufrirlas es no volver nunca a su nivel anterior.
Las más comunes y temidas son las roturas de menisco o de ligamentos internos. También la pubalgia, que afecta a la pelvis y donde los jugadores no se sienten cómodos jugando ni siquiera después de la rehabilitación. Aunque estas no son las más temidas.
Rotura de ligamento cruzado anterior
Es una de las más temidas por todos los deportistas. También en el fútbol. El ligamento cruzado anterior recorre la parte de atrás de la rodilla. Se fractura al desestabilizarse la rodilla con todo el peso del cuerpo en la pierna. Se pierde la estabilidad y se termina rompiendo.
El plazo de recuperación es de en torno a seis meses. Se trata de una de las peores caras en el mundo del fútbol. El jugador no suele recuperar su nivel, pierde su sitio en el equipo y es más propenso a sufrir otra lesión de este calibre en la rodilla.
Tríada
Sin embargo, la tríada es la lesión más temida por todos los futbolistas. Una palabra casi tabú. Se trata de una lesión triple: rotura del ligamento cruzado anterior, rotura del ligamento lateral interno y rotura del menisco interno. Una dolencia que marca la trayectoria de un futbolista de por vida.
Esta lesión puede dejar al futbolista entre nueve meses o un año apartado de los terrenos de juego. La rehabilitación va encaminada a recuperar la movilidad de la rodilla. Incluso puede provocar la retirada de los jugadores en casos extremos.