PON EL DELANTAL AL FUTBOLISTA Y ENSEÑALE A COCINAR. ¡UNA RECETA CON MUCHOS BENEFICIOS!
“La cocina está de moda”. En soccer inter action trabajamos con un taller de cocina. Donde proponemos a nuestros jóvenes deportistas ese interés a planear recetas con sus compañeros, cocinar juntos y degustar en familia el resultado sentados a la mesa.
Normalmente este taller está dividido en dos partes. Primero una charla en sala con la nutricionista donde analizan los nutrientes que va a aportar la receta del día. Luego pasan a la cocina a elaborar la receta.
Los beneficios son muchos:
Les enseña a ser más metódicos y a trabajar en equipo. Para elaborar una receta tendrán que ser ordenados, ejecutar bien los pasos y tener un buen control sobre las actividades que van realizando a la hora de completar el plato.
La cocina también puede ser una forma de hacer entender a los deportistas la importancia de ayudar en las tareas de la casa. Una de las reglas claras es que deben lavar los instrumentos que han utilizado al final de la preparación y dejar organizada el área de trabajo.
También es una oportunidad para que pasen tiempo con el resto de compañeros.
Por otra parte, tenemos las ventajas para su salud.
Pero, sobre todo, es una buena manera de conseguir que coman de todo, mejor y más sano, y adquieran desde edades muy tempranas hábitos gastronómicos saludables.
Los deportistas aprenden fundamentalmente a cocinar con alimentos sanos y preparar platos saludables.
Y al final de todo, una vez han acabado de cocinar, es muy importante que todos juntos se sienten en la mesa a degustar los platos elaborados porque, tal como se ha demostrado en varias investigaciones, comer en familia promueve una dieta más equilibrada y refuerza los lazos entre quienes la forman.
El taller es una herramienta educativa complementaria, que tiene como objetivos principales intervenir en la educación para la salud, la higiene y la alimentación, al mismo tiempo que enseña aspectos relacionados con la responsabilidad, el ocio y la convivencia. Por eso debe cumplir las siguientes funciones:
Proporcionar comidas de calidad nutricional, higiénica y sensorialmente aceptables.
Hacer educación para la salud, desarrollando y reforzando la adquisición de hábitos saludables, tanto higiénicos como alimentarios.
Fomentar las normas de comportamiento y la utilización correcta del material y los utensilios del comedor, así como promover los aspectos sociales y de convivencia durante las comidas (educación para la convivencia y la responsabilidad).
Esta actividad contribuye al desarrollo de la personalidad y a fomentar hábitos sociales y culturales sobre alimentación.