Las recomendaciones del consumo de líquidos durante la actividad deportiva deben ser individualizadas, ya que dependerán de las pérdidas de líquido por el sudor de cada jugador.
De qué depende la sudoración de un jugador
En este sentido, la tasa de sudoración individual va a estar determinada por múltiples factores, entre los cuales se encuentra:
- La duración e intensidad de la actividad realizada.
- La temperatura y humedad del sitio en el que se realiza la actividad deportiva.
- La ropa utilizada para entrenar.
- Estado de entrenamiento
- Genética.
La duración e intensidad de la actividad realizada.
Mientras mayor sea el esfuerzo físico realizado, mayor calor producirán nuestros músculos y por ende mayor será la respuesta fisiológica necesaria para lograr la termorregulación (mayor sudoración).
La temperatura y humedad del sitio en el que se realiza la actividad deportiva.
Junto con la sudoración, la evaporación de este sudor optimiza la velocidad de enfriamiento corporal. La tasa de evaporación está fuertemente condicionada por el porcentaje de humedad ambiental. Si es menor al 50-55 %, el sudor se evapora fácilmente. Pero si la humedad es mayor a 70% el sudor permanece sobre la piel, y dificulta severamente la liberación de calor, incrementando la tasa de sudoración por hora.
Así mismo, Ejercitarse en ambientes cálidos (30-40ºC) supone un estado de estrés orgánico, ya que una elevada temperatura ambiental conlleva una elevación de la temperatura central del cuerpo, lo que requiere un aumento compensatorio de los mecanismos fisiológicos de termorregulación.
La ropa utilizada para entrenar.
La transpirabilidad de una prenda indica la capacidad que tiene de expulsar al exterior la humedad interior provocada por el sudor, lo que contribuye no solo al enfriamiento corporal sino a mantenernos secos más tiempo. Si una prenda no ayuda a que el sudor se evapore mientras hacemos deporte, podemos tener un problema de sobrecalentamiento por dificultad de los mecanismos fisiológicos para la termorregulación.
Estado de entrenamiento
La respuesta de sudoración al estrés por ejercicio-calor es más rápida y efectiva en individuos aclimatados y entrenados.
Genética.
Este componente no es modificable y está relacionado al número de glándulas sudoríparas presentes en cada individuo.
Conocer los niveles de sudoración es la estrategia más eficaz para lograr una adecuada reposición de líquidos durante el entrenamiento, con ello prevenir la deshidratación y mejorar el rendimiento deportivo.
Prueba para medir la tasa de sudoración de un jugador
Existe una prueba de fácil aplicación que nos permite estimar la tasa de sudoración de un jugador únicamente utilizando una balanza y un peso de alimentos. A continuación la explicaremos en detalle:
- PASO 1: ESTIMACIÓN DEL PESO CORPORAL DEL JUGADOR ANTES Y DESPUÉS DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
-Debe ser registrado con la menor cantidad de ropa posible y preferiblemente posterior al vaciado de la vejiga.
– Para realizar el peso pos-entrenamiento, es recomendable secar con una toalla el sudor previamente.
Es importante mencionar que las pérdidas de peso corporal durante los entrenamientos/partidos deben ser menores al 1-2%. Un porcentaje mayor habla de deshidratación, que como hemos comentado en el vídeo puede repercutir negativamente en el rendimiento deportivo.
- PASO 2 : CONTABILIZAR LOS LÍQUIDOS INGERIDOS DURANTE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
-Para ello es recomendable utilizar un peso de alimentos y realizar la medición de la botella antes y después de entrenar. También se puede utilizar un vaso medidor (Para hacer la conversión 1gramo= 1 ml o 0,1L)
- PASO 3: APLICACIÓN DE LA FÓRMULA DE TASA DE SUDORACIÓN
Conclusiones de la estimación
Esta estimación nos ayuda a establecer de manera objetiva los niveles de sudoración de cada jugador, y con esta información generar recomendaciones específicas para la reposición de líquidos. Así mismo nos permite valorar que jugadores presentan mayor riesgo de deshidratación para determinar si requiere alguna estrategia adicional.
Por otra parte lo óptimo es realizar esta medición en varias ocasiones, a fin de comparar las diferencias en las pérdidas por sudor bajo diferentes condiciones de entrenamiento (niveles de intensidad del ejercicio, climas, etc).
Esta prueba a pesar de no ser la más precisa, es fácil de aplicar y constituye una herramienta más fiable que la percepción de sed para mejorar la hidratación de nuestros jugadores.