En el deporte es importante desarrollar las habilidades motrices o fuerza muscular, pero aún es más importante conocer cómo, cuándo y dónde realizar cada acción, además a una velocidad muy alta adaptándose continuamente a las situaciones del juego.
Para acertar en esta elección es importante realizar buenas decisiones, a continuación vamos a explicar cómo se producen las tomas de decisiones y como corregirlas en un entrenamiento.
Cómo toman las decisiones los jugadores
Las capacidades cognitivas son esenciales para el jugador y le permiten procesar la información externa e interna, percibir estímulos externos, imaginar cómo puede evolucionar, distinguir varios elementos que influyen en él, agrupar varios estímulos en un todo, etc. Este procesamiento inherente al juego dinámico del fútbol va ligado a esa toma de decisiones tan cargada de variables que influyen en ella. Para estructurarlo de un modo más sencillo, se podría decir que esas capacidades cognitivas se agrupan en:
1.- La percepción y análisis de la situación.
2.- El procesamiento y la toma de decisiones.
3.- La autoevaluación.
Por tanto, para conseguir un máximo rendimiento en el campo, es clave en el proceso a) percibir la situación, b) procesar los estímulos mas adecuados, c) tomar la decisión correcta lo más rápido posible y d) ejecutar la acción en el momento oportuno.
Para comprender mejor la toma de decisiones en el fútbol, debemos prestar gran atención al proceso perceptivo-motor que el jugador experimenta. Se distinguen pues, tres fases principales :
- Fase perceptiva. Obtención de la información.
- Fase de toma de decisiones. Tomar la elección entre varias alternativas.
- Fase efectora. Materializar el movimiento elegido a través del sistema neuromuscular.
Fase perceptiva en la toma de decisiones
Respecto a la fase perceptiva, esta precede a la toma de decisiones. Y en ella, además de la influencia de factores cognitivos para un correcto comportamiento decisiones y táctico del deportista, el sistema emocional también juega un papel fundamental (inseguridad, ansiedad competitiva, falta de autoconfianza, etc.)
El proceso de percepción consta de dos fases : sensación (el jugador capta una información del entorno) y la percepción, que sería la interpretación de los datos, con especial hincapié en los considerados como “relevantes”. Para entendernos, la diferencia fundamental sería que una cosa es ver (sensación) y otra saber lo que se esta viendo (percepción). En este proceso la información visual es fundamental.
Así pues, los jugadores expertos se distinguen del resto en su gran capacidad para que los procesos de atención estén destinados a seleccionar los estímulos relevantes de su entorno, lo que da lugar a una mayor eficiencia y rapidez en la toma de decisiones.
Fase propia de la toma de decisiones
Respecto a la fase de toma de decisiones, debemos comprender que en ella los deportistas atienden básicamente a dos focos de atención: externos (condiciones estratégicas de la competición, lo que hace el adversario, lo que hace un compañero) e internos (p.ej, autoconocimiento sobre sus capacidades, autoconfianza, activación).
Influyen en ella también otros factores como la estrategia individual, el conocimiento táctico, la posición y postura del jugador, etc. Los jugadores deben decidir con rapidez y precisión teniendo en cuenta todos estos elementos, donde la anticipación de estos procesos resulta esencial para reducir el tiempo de reacción necesario para la acción motriz, para ejecutar el movimiento. La anticipación (o predicción) y la toma de decisiones son elementos clave para el rendimiento en el deporte, especialmente en aquellos de alta estrategia, para mecanizar los procesos necesarios para un buen rendimiento del colectivo.
Fase efectora en la toma de decisiones
En esta dinámica, la automatización de estas acciones resulta esencial para la última fase del proceso de toma de decisiones : la fase efectora. Si fuéramos en todo momento conscientes de todas las secuencias de perceptiva-motoras que estamos realizando en plena actividad deportiva, se ralentizaría en exceso. Por tanto, el entrenamiento de todas estas acciones facilita la aparición de estos automatismos al estar expuesto a prácticas específicas de la tarea en sí, donde el jugador NO tiene que pensar en la realización de la acción. A su vez, la acción motriz puede darse en forma de acciones sensoriomotrices (el jugador interpreta y decide realizar una acción controlada, con mayor intención) o en forma de acciones creativas (innovadoras).
En función del resultado de la respuesta motora, el jugador podrá analizarla en función de su eficacia para así poder interiorizar esa experiencia significativa en su memoria, facilitando una mejor solución en escenarios similares a los que se enfrente posteriormente, incluso en el mismo partido.
Es decir, que el cómo vendrá determinado por el mecanismo efector, y el objetivo de la acción por la toma de decisiones entre diversas alternativas.
Tipos de Decisiones modelo de Hastie
El modelo de Hastie (2001), plantea una serie de tipos de decisiones, estas pueden ayudar a los entrenadores a interpretar y reconocer el porqué de las decisiones que toman sus jugadores.
1. Decisiones. Es la acción que se realiza tras la toma de decisión y está compuesta por las acciones alternativas, conocer las consecuencias y los sucesos inciertos.
2. Resultado. Conocer que ocurrirían si otras alternativas se hubieran hecho.
3. Consecuencias. Conocer las ganancias o pérdidas de esa decisión, teniendo cuidado con los objetivos encubierta de esa decisión.
4. Incertidumbre. Dependen de la confianza, posibilidad y probabilidad, que aparezca la consecuencia esperada.
5. Preferencias. ¿Qué es más importante para el ejecutor? como prioriza la acción.
6. Tomar una decisión. El proceso de elección de la decisión.
7. Juicio. Saber cómoevalúa el ejecutor la acción y como infiere en su decisión
El fútbol es un deporte colectivo, de influencias múltiples y donde las capacidades físicas y el talento juegan un papel importante en el desarrollo de un futbolista y en el desarrollo del juego, pero no determinante. El entrenamiento configura ese talento previo y todo puede ser mejorable si se adquieren los conocimientos adecuados para alcanzar la evolución deseada en el deportista. Así pues la toma de decisiones, como la calidad para ejecutarlas, se pueden trabajar para maximizar el rendimiento en el terreno de juego.
“La toma de decisiones se entrena jugando. Se mejoran cuanto más tomas de decisiones tengas que tomar, no hay otra” decía Pep Guardiola durante una entrevista. La frase en sí resulta redundante, lo cual no quiere decir que no sea adecuada para definir uno de los aspectos más trascendentes del desempeño deportivo de un futbolista en el terreno de juego. Efectivamente, la toma de decisiones se entrena jugando, con un análisis exhaustivo de ciertas variables fisiológicas que influyen en el proceso del juego, aunque a su vez existe un gran abanico de condicionantes psicológicos que influyen en la toma de decisiones del futbolista.
El fútbol es un deporte que se desarrolla en un contexto dinámico, cambiante, por lo que constantemente se necesita la ejecución de diferentes aspectos de la habilidad. Así pues, pese a que existen situaciones cerradas como puede ser el caso de un lanzamiento de falta o un saque de esquina, el fútbol es considerado como un deporte de “habilidad abierta” donde los jugadores deben, rápidamente, evaluar dónde se encuentra el balón, los compañeros y adversarios, e incluso evaluarse a ellos mismos, antes de llegar a tomar una decisión en base a sus capacidades, a las instrucciones recibidas por su entrenador y a la situación en la que se encuentra el partido en ese momento. Debido a todo esto, el hecho de que el jugador se enfrente a un entorno tan complejo y cambiante en el terreno de juego, las habilidades cognitivas y perceptivas son determinantes en la capacidad de juego. De hecho, algunos autores señalan que el motivo por el que muchos de los goles se marcan hacia el final del partido se debe a un aumento de los errores como consecuencia de los fallos de concentración y a la disminución en la capacidad para tomar decisiones, que acompaña a la fatiga mental y física.
Y como hemos dicho al inicio de este artículo y durante el mismo, para poder mejorar este proceso de toma de decisiones, se debe trabajar específicamente en los entrenamientos para así aumentar la eficacia del juego individual y por ende, del colectivo. Algunas de las condiciones que deben existir en este contexto son:
- Que el número de repeticiones no sea demasiado elevado.
- Que exista variedad en el número y en las condiciones iniciales de los ejercicios planteados.
- Que haya presencia constante de la toma de decisiones.
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