El fútbol es un deporte en grupo y se necesitan muchos aspectos cognitivos para practicarlo. Es necesario estar concentrado, atento, memorizar tácticas, coordinarse y realizar otras funciones. También hay que gestionar el apartado emocional. El fútbol mezcla momentos de enfado, alegría, ira, rabia, euforia o frustración.
Por ello, hay que trabajar la psicología para conseguir el máximo rendimiento deportivo en el fútbol. Una parcela descubierta recientemente y que ha ayudado a los jugadores de élite a superar sus baches. También ha permitido que las nuevas generaciones lleguen a su máximo nivel.
Psicología en el fútbol
El fútbol mueve masas. Millones de personas en todo el mundo lo practican de forma amateur o profesional. Muchos de ellos sueñan con jugar en los mejores clubes de fútbol y salir en la tele. Aunque muy pocos tienen la oportunidad de conseguirlo al no tener demasiadas oportunidades.
La psicología en el fútbol es clave para entender el entorno y la situación. Un futbolista con buena capacidad psicológica aprovecha los baches para mejorar. Así se sobresale sobre el resto de jugadores de fútbol y se maximizan las prestaciones para poder llegar a ser futbolista profesional en España.
Relaciones entre psicólogo y futbolista
La relación entre el psicólogo deportivo y el futbolista debe ser fluida. El jugador muchas veces debe sentirse como si un segundo padre le tratase en cada sesión de terapia. Esto se construye gracias a la correcta formación del profesional de la psicología y a su buena puesta en práctica.
El psicólogo deportivo debe ofrecerle herramientas al futbolista para superar sus baches. Consejos mentales, actitudes, enseñanza de valores y otras cuestiones que hagan que el jugador consiga sus objetivos. Ya sea intentar alcanzar la élite, soportar la presión o comenzar a marcar goles de nuevo.
Relación entre psicólogo y entrenador
En los clubes de fútbol profesional, el psicólogo deportivo es uno más del equipo. No aparece en las fotos oficiales ni en la televisión, pero su tarea es más que relevante. Por ello, la relación entre el profesional de la psicología y el entrenador también debe ser fluida. Aunque no para solucionar problemas del técnico.
Tanto el míster como el psicólogo deben actuar al unísono. Es el entrenador el que conoce mucho mejor a sus futbolistas y a quienes aconseja tratar para alcanzar su máximo rendimiento. Posteriormente debe ser el psicólogo el que ofrezca información sobre los problemas del jugador para que el técnico también pueda trabajar en ello.
Aspectos de la psicología en el fútbol
La psicología en el fútbol es un campo muy amplio porque abarca muchísimas cuestiones. Es uno de los deportes donde la cabeza influye más. Se dice que el fútbol es un estado mental. En la práctica así se refleja, como por ejemplo las remontadas imposibles del Real Madrid en Champions o los bajones de rendimiento de los mejores jugadores del mundo al sacarles de su ecosistema ideal.
Aspectos emocionales
En el apartado de aspectos emocionales, la psicología deportiva trabaja en la gestión de varias cuestiones. Una de ellas es la motivación. Hay que tener ganas de jugar y de ganar, aunque una sobremotivación puede ser perjudicial. Puedes excederte en las entradas o cansarte demasiado pronto.
La confianza es clave y es uno de los aspectos más trabajados en la psicología deportiva. Sentirse cómodo con el balón, que no te queme, tener la tranquilidad para hacer lo que sabes hacer. También se trabaja en base a la concentración. Mantener el foco ayuda a rendir mejor y a gestionar las emociones de forma más eficiente.
Valores del deporte
La psicología deportiva en el fútbol también trabaja los valores del deporte. Esta situación se da, sobre todo, en el fútbol base. Los chicos y chicas que practican fútbol todavía se encuentran en edad de desarrollo y de aprendizaje. Por ello los psicólogos del fútbol trabajan en enseñarles aspectos fundamentales.
Es el caso del trabajo en equipo, la cooperación, la empatía por el compañero y por el rival, el respeto y la tolerancia. Trabajar en un deporte limpio y sano, donde lo importante es dar el máximo. Saber que has alcanzado tu límite y que has mejorado es el primer paso para ver resultados.
Cómo trabaja un psicólogo deportivo
En el fútbol profesional el psicólogo deportivo es uno más. Suelen ser personas muy capacitados, con una grandísima formación en su campo y con varios años de formación en el deporte. Su labor es fundamental y, aunque es una rama relativamente nueva en el deporte rey, ya se conoce que son más que importantes.
Por ello, el psicólogo deportivo se acopla a la rutina del equipo de fútbol. Debe realizar unas pautas para no interferir en la dinámica y poder realizar sus terapias sin que afecte al entrenamiento.
Rutina de un psicólogo deportivo
El psicólogo deportivo suele trabajar en las respectivas ciudades deportivas de cada club. La llegada a las instalaciones suele ser en torno a dos horas antes del entrenamiento para hablar y trabajar con el cuerpo técnico. Antes del entrenamiento, se realizan sesiones individualizadas con varios futbolistas.
Después se informa al entrenador en torno a qué se ha trabajado para que el cuerpo técnico trabaje en ello. Finalmente, se trabaja en sesiones futuras con otros futbolistas consiguiendo tareas de apoyo, mapas u otros elementos que apoyen al jugador en la terapia.
Qué estudia un psicólogo deportivo
Un psicólogo deportivo es una persona muy capacitada y con una gran formación en su rama. Además, es una profesión al alza gracias a la normalización de la psicología y de sus beneficios en la población general. Así, todos ellos han estudiado el grado de Psicología en universidad. Actualmente es la única enseñanza de alto nivel.
Tras conseguir la carrera universitaria llegan las ramificaciones. Algunos psicólogos deportivos se especializan en actividad física y deporte, otros en neuropsicología, otros en educación o en psicología de grupos. Aunque muchos de ellos también deben pasar por cursos de entrenador para conocer más a fondo el fútbol en su aspecto táctico.