Qué es la inteligencia emocional
Goleman en 1996 popularizó el termino inteligencia emocional, primero vamos a empezar a entender esta definición conociendo las partes que tiene esta palabra. La inteligencia es definida por la RAE como la capacidad de entender o comprender además de resolver problemas, Vigotsky añade que las actividades entre adultos y niños, facilita el aprendizaje de la comprensión los niños. La emoción es definida por el Oxford English Dictionary como la “agitación o perturbación de la mente, sentimiento, pasión, cualquier estado mental vehemente o agitado”.
La inteligencia emocional es “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos”. Una persona con unas grandes cualidades deportivas, sin una buena inteligencia emocional tiene dificultades para lograr un óptimo rendimiento siendo superada por una persona menores habilidades con las capacidades inversas.
La inteligencia emocional es, ante todo, nuestra capacidad para dirigirnos con efectividad a los demás y a nosotros mismos. Implica conectar con nuestras emociones, gestionarlas, automotivarnos, frenar ciertos impulsos, vencer las frustraciones.
Dimensiones de la inteligencia emocional
Para un nivel óptimo de inteligencia emocional, existen cuatro dimensiones básicas que la vértebra:
- La primera es la autoconciencia. Hace referencia a nuestra capacidad para entender lo que sentimos y de estar siempre conectados a nuestros valores, a nuestra esencia.
- El segundo aspecto es la automotivación y nuestra habilidad por orientarnos hacia nuestras metas, de recuperarse de los contratiempos, de gestionar el estrés.
- La tercera dimensión tiene que ver con la conciencia social y con nuestra empatía.
- El cuarto eslabón es sin duda la piedra filosofal de la Inteligencia Emocional: nuestra habilidad para relacionarnos, para comunicar, para llegar acuerdos, para conectar positiva y respetuosamente con los demás.
El conocimiento de uno mismo, la autorregulación de las emociones, la automotivación, las habilidades sociales y la empatía son herramientas que todo deportista maneja en mayor o menor medida.
Beneficios de la inteligencia emocional
Entre los múltiples beneficios que nos puede proporcionar la inteligencia emocional podemos encontrar menos bajas deportivas, aumento del rendimiento deportivo y menos abandono. Además:
- A nivel emocional. Mejora la orientación al logro de los objetivos, la competitividad, la identificación de valores del deporte y los personales, la autovaloración, el trabajo en equipo, el liderazgo, la empatía, el control de las reacciones y emociones negativas, entre otros.
- Nivel físico. Ayuda a saber organizarse, a no obsesionarse con el deporte, a tener momentos de descanso, a gestionar mejor el tiempo y a crear hábitos adecuados de alimentación.
- A nivel social. Mejora la relación con el equipo, entrenadores, preparadores, fisioterapeutas etc.
- A nivel racional. Ayuda a aprender cómo funciona el juego, aspectos técnicos y tácticos.
En qué ayuda a los jugadores de la academia
La Inteligencia Emocional, ayuda a los jugadores a mejorar el ajuste psicológico, al tener nuevas herramientas para combatir las situaciones más estresantes que ocurren en los partidos, cumpliendo con las demandas internas del sujeto y exigencias ambientales. Mejorar el bienestar personal al reducir la ansiedad precompetitiva, mejora las relaciones interpersonales mejorando la cohesión y confianza con los compañeros, disminuyendo la aparición de conductas disruptivas mejorando el clima del equipo y el apoyo del entrenador.
Comprender la relevancia de las emociones y de su correcto funcionamiento es uno de los pasos más grandes a dar por el deportista para tener una ruta definida, en la que es consciente de los pasos que ha de dar en el futuro