Un gran número de deportistas de distintas disciplinas y de todo el mundo aseguran que el 90% de su éxito deportivo, se debe a su capacidad y entrenamiento mental. Según ellos, en el deporte profesional de alto nivel no hay grandes diferencias entre unos deportistas y otros en cuanto a talento, destreza o habilidad física.
La gran diferencia entre estos deportistas viene dada por su grado de preparación mental y fuerza psicológica. Te presentamos las claves para que tú también puedas alcanzar tu éxito deportivo en el fútbol.
Programar un entrenamiento mental
Nadie duda de que las habilidades mentales influyen de forma importante en el rendimiento deportivo. Pero, ¿cuánto tiempo le dedicamos al entrenamiento de las habilidades psicológicas? Menos del suficiente, seguro.
Los deportistas emplean la mayor parte del tiempo en desarrollar destrezas individuales y en mejorar la forma física. Y sin embargo le dedicamos poco tiempo a desarrollar las destrezas mentales. La falta de conocimiento, malentendidos relacionados con las habilidades psicológicas o la falta de tiempo son algunas de las razones.
Factores mentales: motivación y autoconfianza
Cualquier deportista que quiera mejorar su rendimiento personal debe comenzar reconociendo que hay factores mentales que influyen en su rendimiento. Son la motivación, la autoconfianza, el control emocional y la concentración. Los músculos y el cerebro trabajan integradamente.
La motivación es el deseo o la necesidad que hace que una persona actúe para conseguir unos objetivos. Marcarse buenas metas es una de las características de los grandes deportistas. El deseo de cumplir nuestros objetivos nos da hambre deportiva y mantiene en un nivel adecuado nuestra motivación.
Por otro lado, la autoconfianza o la fe en nuestras habilidades personales para llevar a cabo una acción o un comportamiento con éxito. Es una condición esencial para que alcancemos la victoria. La competición puede provocar dudas, preocupaciones y altos niveles de ansiedad, y esto puede influir negativamente en la rapidez de reacción y en la ejecución motora.
Control emocional y concentración
Sin control emocional no podremos llegar a ser deportistas de alto nivel. Desarrollar ejercicios de entrenamiento mental para deportistas que ayuden a controlar las emociones o las dudas, puede ser la diferencia entre el éxito de un deportista o el fracaso.
Por otro lado, los deportistas necesitamos una gran capacidad de concentración. Todas las acciones, incluso la más sencilla o la más intuitiva, exigen concentración. Nuestra atención debe estar siempre fijada en las tareas relevantes del momento, en la situación actual, evitando concentrarse en lo que ha pasado o temiendo lo que pueda ocurrir.
Relación entre factores mentales en el deporte
Estos componentes de la fuerza mental no trabajan por separado. Muy al contrario, son interdependientes entre sí, y cada uno es el resultado de otro, al mismo tiempo que está influenciado por un tercero.
Cuando uno pierde el control de sus emociones, la concentración sufre de inmediato, y cuando no estamos concentrados, perdemos autoconfianza. No hay autoconfianza si no hay concentración o control emocional. Y no hay éxito deportivo sin concentración.
Ser mentalmente fuerte
Ser mentalmente fuerte quiere decir saber controlar tu mente y lo que sucede en ella, para así poder mejorar tu habilidad. Los signos más evidentes de fuerza mental son la consistencia y una habilidad estable. No son mentalmente fuertes aquellos deportistas que tienen un “día de suerte” sino aquellos que dan lo mejor de sí competición tras competición. La fuerza mental también se entrena.
Desde este punto de vista todo deportista tiene dos metas: hacer gala de sus habilidades de forma consistente y alcanzar el máximo nivel en el desarrollo de sus habilidades. Alcanzar estos dos objetivos no es nada fácil, sin embargo, es francamente posible.
Cómo entrenar la fuerza mental
Esta habilidad se puede entrenar y mejorar. Sólo unos pocos nacen mentalmente fuertes, sin embargo, todos podemos llegar a ser mucho más fuertes de mente.
Al igual que el entrenamiento físico pretende incidir sobre variables relevantes para el rendimiento como la resistencia, la fuerza, la flexibilidad o la velocidad, el trabajo psicológico que plantea la psicología del deporte se centra en los elementos de la fuerza mental que son esenciales para nuestro éxito.
Trabajar las habilidades psicológicas
Al igual que es necesario dedicar tiempo de entrenamiento para que los deportistas adquiramos y perfeccionemos habilidades físicas y técnicas, también lo es asignar un tiempo para aprender las habilidades psicológicas que pueden ayudarnos a optimizar nuestras posibilidades de rendimiento.
Se está demostrando que el ensayo en establecimiento de objetivos, en la imaginación, la focalización de la atención, la activación psicológica y relajación, control cognitivo…pueden contribuir a mejorar nuestro funcionamiento en el entrenamiento y la competición
Cada vez son menos los que siguen pensando que el proceso de mentalización sobrevendrá sin tener que intervenir, automáticamente, como una consecuencia inevitable del trabajo duro, la madurez deportiva y la habituación a las competiciones.
Profesionales y deportistas
Cada vez son más los profesionales del deporte que se muestran interesados en incorporar a sus programas de entrenamiento técnicas psicológicas. Cada vez son más los deportistas que creen que el entrenamiento psicológico es fundamental para optimizar el rendimiento deportivo; y el crossfit no es una excepción de ello.
Las necesidades psicológicas de los deportistas, no son una “invención” de los psicólogos, sino una realidad inherente a personas que deben luchar continuamente contra sus propios límites y rendir al máximo de sus posibilidades en el contexto estresante de la competición deportiva. Es hora de pasar a la acción, es hora de comenzar a entrenar habilidades psicológicas para rendir al máximo.