Análisis de cómo afecta la psicología al portero de fútbol
Ruben Gavira, un ex-portero aficionado y un reconocido blogger dentro del mundo del fútbol y del portero, describió la profesión del portero de la siguiente forma: “El portero es la estrella solitaria e incomprendida del fútbol. Héroe o villano, amigo o enemigo, pero siempre brillante y decisivo”. Con esta descripción nos podemos hacer una idea de lo necesaria y decisiva figura del portero dentro del fútbol. La importancia de esta posición tan definida en el juego implica, además, una serie de características que van implícitas en su figura.
Siempre podemos describir al portero en cualquiera de sus facetas:
- A nivel técnico: Blocajes, desvíos, posicionamientos, desplazamientos, saltos…
- A nivel táctico: Lectura del juego, anticipación, visión del campo, colocación…
- A nivel físico: Potencia de salto, velocidad de desplazamiento, capacidad de reincorporarse…
Con todo esto, siempre nos olvidamos de una de las facetas más importantes en el portero, y que actualmente se encuentra en desarrollo en prácticamente cualquier ámbito social, laboral y personal, la psicología. Tan sencillo en el portero como que si falla encaja gol, es una batalla mental durante 90 minutos en la que el portero debe asumir que no puede cometer errores, mantener un estado de concentración máximo durante todo el tiempo, ya que 89 minutos perfectos de competición pueden desaparecer en un último minuto fatídico.
Sin margen de error, así es como vive un portero.
Psicología en el fútbol
¿Qué es la psicología?
La psicología es la ciencia que estudia la conducta y los procesos mentales, además de las percepciones y los comportamientos de los seres humanos. Por ello es una herramienta vital para analizar los actos de las personas,sus causas y sus consecuencias, y utilizarla para corregir errores y potenciar las virtudes.
Psicología aplicada al portero de fútbol
¿Como aplicamos la psicología al portero?
Primero debemos de partir de la situación del portero en el equipo. Normalmente una plantilla se compone de entre 22 y 23 jugadores, de los cuáles sólo se utilizan 2 o 3 fichas (en muchos casos el tercer portero procede del equipo filial) para el portero. Asimismo, sólo uno de ellos es el que suele jugar en la gran mayoría de equipos y acumular todos los minutos.
Con todo esto el portero ya se encuentra con una situación diferente a cualquier jugador, ¿qué quiere decir? Que el portero requiere de una diferenciación en todos los aspectos. La circunstancia de que un solo portero acumule todos los minutos de competición y el suplente o los 2 suplentes no compitan durante una temporada entera nos hace replantearnos como gestionar a nivel mental estas situaciones.
Preparar psicológicamente al portero para la temporada
¿Cómo afrontamos una temporada con nuestros porteros?
Lo primero que debemos conseguir en nuestros porteros es aceptar que tenemos que entrenar para mejorar, y que nuestro principal objetivo es que cuando llegue la oportunidad para cualquiera de ellos, su nivel y capacidad estén al máximo. Como explica la psicóloga deportiva Patricia Ramírez: “Un portero debe estar centrado en aquello que controla, ¿qué depende de él? De él no depende que le elijan para ser titular, sino esforzarse entrenando y hacer lo que sabe hacer. La atención del portero no puede estar centrada en si va o no va a jugar; sino en estar disponible al máximo nivel”.
Un portero se asemeja a un superhéroe, a mayor responsabilidad de una posición, mayor presión del entorno. En la élite, entran 2 factores determinantes a la hora de hablar de la presión, el primero es la afición de un equipo. Un conjunto de personas que te van a valorar en función sólo de tus errores y aciertos, no van a prestar atención a tus esfuerzo y trabajo en cada entrenamiento, en cada sesión de vídeo o incluso en tus sacrificios diarios. Únicamente en tus errores y aciertos en un partido, una semana de trabajo, 168 horas de preparación, para 90 minutos de examen.
El segundo factor es la prensa, que tiene la capacidad de analizar y criticar las actuaciones del portero, muchas de las veces sin valorar de nuevo, el trabajo diario de cualquier deportista.
En referente a las críticas, el portero debe atender aquellas que son válidas para él, que provienen de su cuerpo técnico y que, por otro lado, ese feedback del cuerpo técnicoes el que le va ayudar a seguir mejorando, a seguir jugando o a conseguir esa plaza de titular en el equipo.
El papel del entrenador de porteros
La presión en los porteros de fútbol
¿Como controlamos la presión de nuestros porteros?
La presión es controlable, pero debemos atender la diferencia entre cada uno de nuestros jugadores y porteros. Podemos tener porteros que les afecte más jugar con un estadio lleno o totalmente vacío, que les afecte más las críticas de la prensa y la afición, o incluso porteros que no lleven bien la competencia con el portero suplente, que directamente la convivencia del día a día afecte a nuestro rendimiento.
La presión por tanto es flexible, va a depender de uno mismo, y de cómo va a permitir que esa presión le afecte. Si el portero se centra en su trabajo y progreso, es decir a todo aquello que depende única y exclusivamente de él, reduciremos la influencia de la presión externa. Podemos trabajar la seguridad y la autoconfianza ya sea con ejercicios y dinámicas alejadas del deporte o con trabajos específicos con el propio entrenador de porteros.
Influencia del entrenador en los porteros de fútbol
¿Como influye el entrenador de porteros en la psicología del portero?
El entrenador de porteros tiene diferentes formas de influir en la psicología del portero durante el proceso de entrenamientos y partidos:
- A) Centrar el éxito en el progreso y no en el resultado puntual de un partido. El edp tiene la gran responsabilidad de hacer ver a los porteros, que su mejoría es un progreso continuo, que no depende de realizar acciones puntuales de mérito o mal ejecutadas, es una evaluación continua del progreso y de los ítems a mejorar.
- B) Control de la motivación. Mantener unos niveles de motivación adecuados siempre va a mejorar a nuestros jugadores, muchas veces la sobreexcitación provoca un efecto contrario a la hora de competir.
- C) Dinámicas para mejorar nuestra seguridad y autoconfianza. Ciertos ejercicios pueden mejorar nuestra seguridad a la hora de competir, trabajos de pre-visualización por ejemplo de acciones que realizamos bien en los entrenamientos pueden inducirnos a un estado de seguridad y a unos altos niveles de confianza para afrontar la competición.
- D) Trabajo específico para aumentar la confianza en gestos técnicos y situaciones de partido que no dominamos. Este es un trabajo muy importante y que debe ser normalmente invisible para el propio portero, crear situaciones y tareas en los entrenamientos con el objetivo de mejorar puntos concretos puede aumentar nuestros niveles de confianza.
Por ejemplo, si nuestro portero esta teniendo problemas a la hora de blocar centros laterales, podemos crear una tarea en la que el realice ese gesto con mucha frecuencia de forma más sencilla sin que el perciba que la dificultad es menor. Realizar y repetir ese gesto con frecuencia en un entrenamiento mejorará esos niveles de autoconfianza en una acción que necesita nuestro portero. - E) Trabajo de video análisis. Tener las herramientas de grabación y posterior análisis de entrenamientos y partidos, para luego trabajar con ellas con nuestros porteros, enriquecerá nuestro trabajo con ellos. Siempre daremos mejor feedback con imagen y vídeo y ello contribuirá a un mejor análisis del proceso y no sólo del resultado.
Por último, tenemos que recordar que el portero es el único jugador del partido que va en contra de la propia esencia del fútbol, su principal función es evitar goles, parar, blocar, desviar o rechazar; alejar al máximo la pelota de su propia área y por tanto del peligro, y realizar eso durante 90 minutos es agotador tanto a nivel físico como psicológico.