España ha confirmado su excelente momento en el clasificatorio europeo rumbo al Mundial 2026 de Estados Unidos, México y Canadá, firmando un pleno de victorias tras imponerse con autoridad a Georgia (2-0) y Bulgaria (4-0) durante el parón internacional de octubre. El equipo de Luis de la Fuente no solo lidera su grupo con solvencia, sino que transmite una sensación de control, cohesión y madurez táctica que refuerza su candidatura a llegar a la cita mundialista como una de las potencias más en forma del continente.
Índice
España 4-0 Bulgaria: exhibición coral en Valladolid
El martes, España ofreció una auténtica lección de fútbol ante Bulgaria en el estadio José Zorrilla, imponiéndose 4-0 con una actuación sólida y dominante de principio a fin. Mikel Merino fue el gran protagonista con un doblete de cabeza (minutos 35 y 56), además de provocar el penalti que Mikel Oyarzábal transformó para cerrar el marcador en el añadido. El cuarto tanto fue obra del infortunio búlgaro, con un autogol de Atanas Chernev en el tramo final.
El dominio de La Roja fue abrumador: 77 % de posesión, más de 30 remates y una circulación fluida que ahogó cualquier intento de reacción del rival. La actuación del guardameta Svetoslav Vutsov evitó una goleada aún mayor, pero el encuentro sirvió para confirmar la solidez colectiva del grupo y la profundidad del banquillo español.
Con este resultado, España encadena cuatro victorias en cuatro partidos, con 15 goles a favor y ninguno en contra, igualando además el récord nacional de 29 encuentros oficiales sin derrota, marca que databa de la era de Vicente del Bosque (2010-2013). Más allá de los números, lo relevante fue la capacidad de adaptación del equipo, que pese a las bajas de jugadores clave como Lamine Yamal, Rodri o Nico Williams, mantuvo su identidad y verticalidad ofensiva.

España 2-0 Georgia: paso clave en el liderato
Días antes, el 11 de octubre, España había derrotado 2-0 a Georgia en Elche, en un partido que también demostró su consistencia táctica. Los goles de Yeremy Pino y Oyarzábal aseguraron un triunfo sin sobresaltos ante un rival rocoso y bien estructurado, que apenas logró inquietar a la portería de Unai Simón.
En aquel encuentro, la posesión superó el 80 %, y el equipo volvió a mostrarse compacto en defensa, sin permitir tiros a puerta del rival. Más allá de la superioridad técnica, España exhibió madurez en la gestión del ritmo del partido, algo que De la Fuente ha trabajado especialmente desde la Eurocopa 2024: controlar, presionar alto y saber cuándo acelerar o pausar.
Turquía, el rival directo
El gran competidor de España en el Grupo E sigue siendo Turquía, que también ha logrado victorias convincentes, incluyendo un 6-1 sobre Bulgaria y un 4-1 frente a Georgia, con un Arda Güler brillante en la creación. Con ambos equipos empatados a puntos, el duelo directo del próximo mes de noviembre se perfila como una final anticipada por el liderato del grupo, aunque España cuenta con una mejor diferencia de goles y un juego más consistente.
El trabajo del seleccionador turco Vincenzo Montella ha dado identidad a un equipo joven y explosivo, pero los españoles parten con ventaja en experiencia y equilibrio. El desenlace del grupo definirá quién accede de forma directa al Mundial y quién deberá pelear en la repesca.
Europa vibra con el clasificatorio
Más allá del grupo español, el panorama europeo ofrece una fase de clasificación apasionante. Inglaterra se convirtió en la primera selección del continente en sellar su billete al Mundial, mostrando su habitual solidez bajo el mando de Gareth Southgate. Portugal, por su parte, tropezó con un 2-2 ante Hungría, lo que aprieta su grupo y deja margen a los húngaros para soñar con la clasificación.
En el norte, Noruega goleó 5-0 a Israel con un hat-trick de Erling Haaland, que sigue ampliando registros históricos, mientras que Italia venció 3-1 a Estonia para mantenerse en carrera. En otro duelo vibrante, Bélgica superó 4-2 a Gales, con un Romelu Lukaku decisivo. Las sorpresas también tuvieron su cuota: Albania derrotó 1-0 a Serbia, alterando por completo la tabla en su grupo.
Estos resultados confirman que, aunque algunas selecciones parecen encaminadas, el margen de error es mínimo. En un torneo tan largo y exigente, la gestión del físico, las rotaciones y la fortaleza mental serán claves en la recta final de las eliminatorias.

Lo que aprendemos en SIA Academy de estos partidos
Desde SIA Academy, seguimos muy de cerca estos encuentros porque representan una fuente de aprendizaje inagotable. En nuestro día a día, analizamos partidos como el España 4-0 Bulgaria o el España 2-0 Georgia para que nuestros jugadores comprendan cómo se construye el éxito desde el trabajo colectivo y la inteligencia táctica.
Nos fijamos en cómo España logra imponer su estilo incluso con ausencias clave, manteniendo la intensidad y la concentración en cada fase del juego. Observamos los mecanismos de presión alta, las salidas limpias desde atrás y la ocupación racional de los espacios, elementos que luego trasladamos a nuestros entrenamientos.
Además, utilizamos estos encuentros como casos prácticos en nuestras sesiones de análisis: desmenuzamos la toma de decisiones, los movimientos sin balón y la gestión emocional del grupo. Queremos que nuestros futbolistas entiendan que el talento es solo una parte del éxito; el resto lo marcan la preparación, la constancia y la lectura del juego.
En definitiva, desde nuestra academia promovemos el mismo tipo de mentalidad que vemos reflejada en la selección española: trabajo en equipo, disciplina táctica y ambición por mejorar cada día. Ver a España jugar con tanta claridad y confianza nos motiva y refuerza nuestro compromiso de formar jugadores y entrenadores capaces de interpretar el fútbol con esa misma excelencia.
Un camino brillante, pero sin confianzas
España afrontará el próximo mes el tramo decisivo del clasificatorio con la tranquilidad de saberse sólida, pero con la consciencia de que aún no hay margen para relajaciones. La cita ante Turquía será clave, y servirá como termómetro real de su competitividad frente a rivales de nivel.
De momento, el balance no puede ser más positivo: pleno de victorias, ninguna concesión defensiva y una propuesta de fútbol vistoso, intenso y eficaz. Si la progresión continúa, La Roja llegará al Mundial 2026 como una de las selecciones más en forma del planeta, combinando experiencia, talento joven y una identidad futbolística reconocible que vuelve a ilusionar a todo el país.