El fútbol es uno de los deportes más complejos que se pueden practicar, esto es porque cualquier situación que se da durante una sesión o partido está influida por numerosos factores de diferente índole, todos ellos interrelacionándose de determinada manera en cada momento y que como consecuencia dan lugar a una realidad observable, siempre diferente, variable, imprevisible y subjetiva.
Es por ello que a través del entrenamiento se intentara desarrollar el pensamiento complejo del jugador, sus conductas preferentes que pretenden el conocimiento multidimensional de los fenómenos, aceptando la imposibilidad de un conocimiento completo.
MODELOS DE PLANIFICACIÓN
En base a esto último, se hace necesaria la creación de modelos de planificación, diferentes de los clásicos, que parten de las Ciencias de la Complejidad, Teoría de los Sistemas Dinámicos Complejos, Pensamiento Complejo y otras.
A diferencia de los deportes individuales, el principal factor de rendimiento es el funcionamiento colectivo, con mayor o menor intervención de unos u otros futbolistas en cada momento (Miñano, 2007).
DIFERENCIAS ENTRE MODELOS
La Teoría de Sistemas, nos permite abordar la complejidad del mundo que nos rodea, ya que toda la realidad conocida sea cual sea su dimensión, puede ser concebida como un sistema, es decir, como un conjunto de elementos en interacción, que constituyen un todo diferente de la suma de sus partes.
La planificación responde a la necesidad de ordenar los contenidos y objetivos del entrenamiento para obtener los mejores resultados de desarrollo de las capacidades del atleta.
Sin embargo, la aplicabilidad de los modelos de planificación de los deportes individuales no es directamente aplicable a los deportes colectivos, debido a que, en éstas, no se tiene en cuenta más que los contenidos condicionales.
Algunas propuestas actuales parten de los conceptos de complejidad y del pensamiento sistémico mencionados, mucho más adecuados a las características de los deportes colectivos.
Desde esta perspectiva, la planificación constituye la guía de entrenamiento para aproximarse a los objetivos pretendidos por el equipo, a través de la selección, diseño y ordenación de los contenidos y su aplicación en el tiempo, considerando el entorno que le rodea. En este sentido adopta una forma mucho más abierta y flexible para adaptarse a la realidad cambiante del rendimiento en este deporte.
El fútbol consiste en la cooperación de 11 futbolistas de características y roles diferentes, que interaccionan simultáneamente para la consecución del objetivo de finalizar con el balón en la portería contraria.
La cantidad de jugadores contrarios que realizan oposición al mismo tiempo crea un ambiente de incertidumbre que exige de la inteligencia individual y colectiva de los jugadores para poder reaccionar y solucionar ante el entorno cambiante para conseguir el objetivo.
Éstos se refieren al oportunismo en la ejecución de los movimientos rápidos y cortos para ganar la pelota y movimientos ágiles para superar a los oponentes, tales como saltar, acelerar, rematar, cambiar de dirección, etc.
La acción de juego obliga al jugador a una continua percepción y anticipación compleja y diferencial de la situación de juego, una toma de decisión adecuada a la situación y a una continua solución motora dotada de la precisión requerida en el momento oportuno. (Seirulo, 1993, citado por Domínguez,2001)
ENTRENAR LO MÁS PARECIDO AL JUEGO
En el fútbol no es posible predecir el resultado de todas las acciones de tus futbolistas en el campo, incluso tomando buenas decisiones o con la ejecución correcta de las mismas, las situaciones creadas por el otro equipo pueden decantar el partido a su favor.
Sin embargo, es evidente que cuando más se acerque el entrenamiento del futbolista al patrón de conductas que vamos a generar en el partido del fútbol, más posibilidades tendrá nuestro equipo de superar al rival.
La planificación es la propuesta teórica constituida por la descripción, organización y diseño, de todos y cada uno de los acontecimientos del entrenamiento, en una determinada fase de la vida deportiva de un deportista, así como de los mecanismos de control que permitan modificar esos acontecimientos a fin de obtener un, cada vez más ajustado, proceso de entrenamiento, para que su destinatario pueda lograr los resultados deseados en la competición deportiva.
A diferencia de lo que ocurre en la competición de los deportes individuales, en el fútbol no es necesario que el jugador se encuentre en su mayor pico de forma para que pueda rendir en competición; es por ello que la planificación no se centra exclusivamente en la adquisición del óptimo estado de forma, y en mantenerlo, sino que lo hace en la persona del deportista y en su continua mejora.
Esto último es un parámetro importante que aleja las tendencias actuales de las antiguas planificaciones basadas en los modelos de ATR, que son más indicados para deportes donde los atletas necesitan un pico de forma durante un momento concreto de la temporada (Como en unas Olimpiadas)
El objetivo es la mejora y el mantenimiento de todas las características individuales del jugador, condicionales y cognitivas, para llegar al estado óptimo del grupo y el juego colectivo. La manifestación final del entrenamiento se da semana a semana en el rendimiento en competición.
CAMBIO DE PERSPECTIVA EN EL MODELO
Este cambio de perspectiva es fundamental para hacer una planificación específica para los deportes de equipo, ya que no se trata por tanto, como sucede en los deportes individuales, de construirla solo con el criterio subjetivo de cómo ve el deporte quien realiza la propuesta, el entrenador sino, por el contrario, el hacerlo atendiendo a las necesidades de optimización que presenta el deportista frente a su propia concepción del juego competitivo.
El entrenador, con sus conocimientos y experiencia, deberá adecuar el entrenamiento a las características cambiantes de sus jugadores, así como a las de los rivales del campeonato y a las características invariables del fútbol.
Por lo tanto, no se planifica de acuerdo con un modelo predeterminado, no existen recetas del triunfo ya que, por muy completo que sea, los variables que influyen en el entrenamiento son tantos que, solo el cuerpo técnico que convive con el día a día del equipo puede planificar y adaptar según los acontecimientos.