EL FÚTBOL INGLÉS APRENDE DEL FÚTBOL DE ESPAÑA
El modelo de fútbol español es todo un referente en este deporte y un espejo en donde los ingleses quieren verse reflejados. Su ‘modernización’ y éxito en la Eurocopa son muestras de ello.
Inglaterra es la cuna del fútbol. La historia de este deporte va ligada a Inglaterra. El fútbol de este país tiene el privilegio de presenciar desde primera fila la evolución de este deporte, uno de los más seguidos en todo el mundo.
De la mano de la evolución del fútbol, este deporte en Inglaterra también ha ido dando saltos en favor del desarrollo y que han marcado su futuro éxito. Uno de ellos fue sin duda la creación de la Premier League (1993) y su explosión como competición.
El otro cambio que puede equipararse al ‘bombazo’ que fue la creación de la Premier League es la apertura que el fútbol inglés a tenido en relación a Europa, pero sobre todo a España. El modelo de juego español de la última década ha sido toda una revolución y en Inglaterra han sabido apreciarlo hasta tal punto de tomarlo como referencia para la formación de sus talentos.
Esta constante captación de ideas españolas y su esfuerzo en remodelar el sistema inglés, sin abandonar sus señas de identidad tan reconocibles y significativas en este deporte, le ha llevado al escalón competitivo más alto, algo que ya hizo Alemania en su día, ganando incluso la Copa del Mundo de 2014.
Entrenadores españoles y europeos, formación de cantera, sistema de juego que apuestan por el juego posicional y un sinfín más de aspectos que han llevado a Inglaterra a su exitosa modernización. Modernización que, por ejemplo, se puede ver en la transformación de posiciones y roles de sus futbolistas de élite más jóvenes.
¿Cuál es el sistema de juego más utilizado en Inglaterra?
El fútbol inglés es sinónimo de 1-4-4-2 en el que todo era por pares. Este histórico dibujo lo han compartido todos los clubes ingleses a lo largo de la historia. ¡Y cómo no! La Selección de Inglaterra, Escocia, Gales o Irlanda del Norte.
Dos extremos, dos delanteros referencia o la mezcla de atacantes hombre-boya y delantero habilidoso. Pareja de atacantes tan diversos como Toshack-Keegan, Heskey-Owen, Charlton-Best, Crouch-Rooney son muestra de esta filosofía.
Filosofía que apostaba por más parejas con roles distintos. En el mediocampo se diferenciaba dos futbolistas en el que uno contenía y el otro se descolgaba hasta la frontal del área rival (box to box). Todos los roles definidos, rígidos donde la calidad y el físico eran elementos diferenciadores.
Los primeros jugadores del centro del campo que empezaron a romper estos inamovibles esquemas fueron Frank Lampard y Steven Gerrard, dos futbolistas que marcaron una época en sus respectivos clubes y que sirvieron como estímulo para los nuevos centrocampistas.
La revolución del fútbol inglés
Detrás de todo jugador hay un entrenador. Y los entrenadores que dieron un paso adelante en favor de la europeización y españolización del fútbol inglés fueron Rafa Benítez y José Mourinho. Dos entrenadores formados en España y con un punto de vista europeo total.
Alejados del contexto inglés, Rafa Benítez y José Mourinho chocaron con las ideas de dos entrenadores leyendas de fútbol inglés: Alex Ferguson y Arsène Wenger. Patrick Vieira-Cesc Fàbregas y Scholes-Fletcher son dos de las parejas de medios centro más reconocibles de esa época en donde Arsenal y Manchester United dominaban el país. Sin olvidar a Gilberto Silva o Michael Carrick.
El nuevo fútbol exigía la pérdida de los especialistas, la disminución de los espacios y la casi obligatoriedad de juntar más futbolistas por dentro para tratar de crear estos espacios vía diversos conceptos que poco a poco se han ido afianzando, sobre todo a partir del auge del fútbol español y luego alemán.
Justo en este auge es cuando el fútbol inglés se percata de la necesidad de contar con un futbolista más en el centro del campo. Las nuevas propuestas de juego obligaban a modernizarse y un jugador más en el mediocampo era algo fundamental.
Del 1-4-4-2 al 1-4-3-3
De hecho, el fútbol inglés ha hecho tan suyo esta necesidad que se ha visto cómo temporada tras temporada los entrenadores de la Premier League y Championship dan más importancia a sus laterales en campo contrario, compitiendo con un mediocentro y dos interiores, todo en un sistema alejado del 1-4-4-2 tradicional y más modernizado por el contexto (que no por el dibujo) al 1-4-3-3.
De manera paralela a estos nuevos aspectos, los interiores también han vivido su propia evolución a lo largo de los últimos cursos, llegando hasta tal punto de tener hoy en día a talentosos futbolistas en esa posición. Y a priori, a la espera de más hornadas con este perfil.
En España la revolución de los interiores fue el convertir a muchos mediapuntas en interiores de posesión y control del juego. Los equipos españoles se caracterizan por tener un ritmo medio y un juego mucho más posicional que el inglés. Y esa conversión fue un salto de calidad tremendo.
Jugadores inicialmente mediapuntas como Isco, James, Silva, Lo Celso, Parejo, Canales, Ceballos, Pedri o Thiago Alcántara marcaron el camino de los nuevos futbolistas ingleses. Precisamente muchos de éstos han acabado jugando en Inglaterra, siendo así maestros de los nuevos jugadores jóvenes ingleses.
Los mejores interiores de la Premier League
La revolución de esta posición en Inglaterra ha sido clave para el éxito de estos últimos años en Inglaterra. En otra época, estos a priori mediaspuntas hubiesen acabado jugando de extremos mientras que ahora se han convertido en interiores de talla mundial: Foden, Grealish, Mount, De Bruyne, Maddison o Bernardo Silva.
Parte de este cambio han venido de la mano de técnicos como el propio Lampard, Arteta, Ancelotti, Pochettino o Brendan Rodgers, pero, sobre todo, de Pep Guardiola. Sin renunciar a la esencia inglesa que tanto les diferencia, lo que ha ocurrido en Inglaterra es que los interiores ya son una realidad y una pieza indispensable para un gran número de equipos, curiosamente los que compiten por el título de liga.
Cualquiera que vea jugar a estos jugadores no le será difícil identificarlos como futbolistas explosivos y muy desequilibrantes, con una gran capacidad de tanto llegar a línea de fondo como caer a banda. Sin miedo al uno contra uno, son capaces de superar cualquier línea defensiva para, al final, asistir o disparar.
Un jugador de ese perfil es clave en un fútbol actual que está marcado por situar futbolistas a la espalda de los mediocentros rivales para que el balón tenga apoyos, pueda progresar y después cambiar de ritmo, una combinación crucial para la creación de espacios y la profundidad. España lo entendió, Alemania le siguió y, ahora Inglaterra lo potenció. Bienvenidos al fútbol inglés del futuro.